2021-10-04

Relaciones tóxicas: qué son y cómo identificarlas

¿Qué es una relación tóxica?

 

Cuando escuchamos hablar de una relación tóxica, pensamos en una relación de pareja. Sin embargo, las relaciones tóxicas también pueden aparecer entre miembros de una misma familia o en el grupo de amigos, por ejemplo.

Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), “tóxico” es un adjetivo que hace referencia a algo venenoso o que produce envenenamiento. En consecuencia, una relación tóxica es aquella que genera malestar o causa daño a una o ambas partes de la relación. Estas relaciones están caracterizadas por sufrimiento, pérdida de la libertad o autonomía, pérdida de la propia identidad, dependencia emocional, temor y por dar prioridad, ante todo, a la otra parte de la relación (pareja, familiar, amigo…).

 

 

Tipos de relaciones tóxicas

 

Según el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), existen diferentes tipos de relaciones tóxicas. Algunas de ellas se explican a continuación:

  1. Relación de llenado

Este tipo de relación hace referencia a aquella en la que una persona se sumerge con el fin de compensar las carencias personales. Esto es un error, puesto que esas carencias se deben trabajar de manera individual, y no responsabilizar a alguien de que las supla.

  1. Relación de codependencia

Aquella relación en la que ambas partes dependen la una de la otra, anteponiendo las necesidades del otro antes que las suyas propias. La consecuencia de este tipo de relaciones es malestar e infelicidad, puesto que las necesidades propias no se satisfacen.

  • Relación basada en ideas irracionales

Este tipo de relación suele aparecer en las parejas. Es aquella que está fundamentada en creencias erróneas acerca de lo que es el amor y lo que supone querer a una persona.

  1. Relaciones con comunicación pasivo-agresiva

En este tipo de relaciones, la comunicación se da de manera pasivo-agresiva, es decir, está cargada de indirectas, de hostilidad, de intención de manipular y no es honesta ni sincera.

  1. Relación basada en la mentira

Aquella relación en la que hay una falta clara de confianza debido a que se oculta o se omite información. La base de las relaciones debe ser la confianza.

  1. Relación basada en el miedo

En este tipo de relaciones, predomina el miedo, lo cual es muy peligroso. Miedo a la otra persona cuando se enfada, por ejemplo, miedo a dejar la relación o incluso miedo a hacer o decir algo que pueda enfadar a la otra persona.

 

 

¿Cómo las identificamos?

 

El principal problema de las relaciones tóxicas suele ser que la persona que está sumida en esa relación no es consciente de ello, puesto que en muchas ocasiones se normalizan las actitudes de la otra parte. Por este motivo, es muy importante contar con algunas claves para identificar si estamos dentro de una relación tóxica.

Cuando se trata de una relación tóxica de pareja, algunas de las características o señales que nos pueden ayudar a identificarla son:

  • Control: A la hora de salir con amigos (pudiendo llegar incluso a la prohibición), control de los gastos, control del móvil, control del tiempo (a qué se dedica el tiempo libre, por ejemplo).
  • Celos si la persona pasa tiempo con su familia o amigos o si cuenta sus problemas a otra persona que no sea su pareja.
  • Uso de chantaje emocional con el fin de obtener algo por parte de la pareja. El chantaje emocional puede utilizarlo incluso para mantener relaciones sexuales.
  • Culpabilización: La pareja culpa a la persona de todos sus problemas: personales, laborales, familiares, etc.
  • Desatención a los intereses, problemas y opiniones de la pareja, solo interesan los suyos propios.
  • Toma de decisiones sobre aspectos que afectan a la pareja sin consultarlo con la otra parte.

Cuando se trata de una relación tóxica dentro de la familia, puede resultar más complicado desprenderte de ella, puesto que la familia no se escoge. Una familia tóxica es aquella que busca el control, la sumisión y la represión de alguno de sus miembros. Algunas de las claves para identificar una relación familiar tóxica son:

  • Problemas de comunicación
  • Chantaje emocional con el fin de conseguir afecto, por ejemplo.
  • Manipulación: En ocasiones algunos miembros de la familia (padre, madre, abuelos…) pueden hablar mal de otro miembro para dejarle mal delante del resto.
  • Conflictos en los que aparecen faltas de respeto e incluso violencia, ya sea física o verbal.
  • Críticas destructivas
  • Sensación de incumplimiento de expectativas. La familia puede hacer que la persona sienta que no cumple ciertos objetivos, cuando estos son poco realistas o incluso son objetivos propios de los padres que intentan cumplir a través de sus hijos.
  • Control

Por último, si se trata de una relación tóxica de amistad, algunas de las señales que nos pueden ayudar a identificarla son:

  • Falta de reciprocidad. La reciprocidad es clave en cualquier relación, pero es especialmente importante en una de amistad. Si la persona siente que da mucho más de lo que recibe, es necesario replantearse la relación.
  • Falta de confianza. La persona deja de sentir confianza para contarle a sus amigos sus problemas o preocupaciones, además de sentir que los amigos no le apoyan y realizan críticas que le hacen sentir mal.
  • Falta de apoyo. Los amigos no son capaces de permanecer al lado de la persona cuando esta más lo necesita.
  • Desprecio a personas queridas. En estos casos, los amigos no respetan la pareja, lo que puede llegar a causar problemas en la relación de pareja, o desprecian a miembros de su familia, haciéndole sentir mal.

 

 

Cómo actuar ante una relación tóxica

 

El primer paso para abandonar una relación tóxica, y que suele ser el más complicado, es aceptar la situación. Aceptar que se está inmerso en una relación no saludable, y aceptar que muchos de los comportamientos o actitudes que se han normalizado no deberían aparecer. Una vez se haya tomado conciencia de la situación, lo mejor que se puede hacer es alejarse de la persona, entender que no aporta nada a tu vida y que es mejor desprenderse de esa relación que está causando daño.

Como se ha mencionado anteriormente, esto puede resultar especialmente complicado cuando se trata de una relación familiar, puesto que no podemos desvincularnos totalmente de los miembros de nuestra familia.

Durante todo este proceso, es importante buscar ayuda de un psicólogo que pueda acompañarte y guiarte, puesto que muchas veces no somos capaces de salir de una relación de este tipo. Además, es importante que el psicólogo ayude a la persona a trabajar su autoestima para aumentarla, así como a identificar y comprender sus emociones. Estos aspectos son clave a la hora de salir de la relación.

Además, es importante que el psicólogo proporcione claves para formar relaciones saludables con las personas de nuestro alrededor, puesto que, como seres sociales que somos los seres humanos, necesitamos relacionarnos con las personas de nuestro entorno.

Al final del proceso, la persona se habrá empoderado, habrá dejado atrás los miedos y las inseguridades y será capaz de desprenderse de esa relación.

Alba Cuevas Ariza

 

Bibliografía