Psicología del Rendimiento
Preparación para la preparación de exámenes, oposiciones y aquellos ámbitos en los que se necesite un determinado esfuerzo psicológico para cumplir con un rendimiento que va más allá del que se requiere para el desarrollo de la vida cotidiana.
A modo de ejemplo, generalmente el opositor se forma en los contenidos ordinarios de los que será examinado, lo cual requiere un establecimiento de objetivos a largo plazo. Para conseguir mantener de forma óptima la dedicación que conlleva la presión que surge a través del tiempo ante tareas de esta envergadura, existen herramientas que la psicología del rendimiento proporciona de cara a incrementar y fortalecer las capacidades, hacer frente adecuadamente a las tensiones surgidas y, de este modo, poder sobreponerse ante las frustraciones que puedan surgir ante la gestión inadecuada de aspectos como el miedo a los resultados, a las pruebas, al ambiente, etc.
Así, la psicología pone, al servicio de las personas, otras áreas funcionales diferentes a las áreas clínico/sanitarias, las cuales pueden proporcionar determinadas herramientas de ayuda en la vida cotidiana, ya que los procesos psicológicos se encuentran en todas las dimensiones de la existencia humana.
Cada persona tiene sus propios recursos y diferentes modos de afrontamiento ante las demandas situacionales. En este menester, no es poco habitual encontrarnos con insuficientes recursos o que determinada situación llegue a desbordarnos. Y es precisamente en este punto donde la psicología del rendimiento nos ayuda desde dos vertientes:
1. Optimización de recursos: instrucción en el uso y gestión de los propios recursos y adquisición de nuevas herramientas, en caso necesario.
2. Generalización del rendimiento: puesto que las situaciones y los retos tienden a estar marcados por imprevistos que pueden llegar a impedir el desarrollo del potencial de cada uno, se entrena a las personas para afrontar adecuadamente situaciones inesperadas que puedan mermar sus facultades y/o resultados.