Relación de Pareja
La satisfacción en la relación de pareja, así como en el resto de relaciones interpersonales, viene determinada por la equidad. Así los beneficios y los costes de permanecer o no en una relación suelen ser determinantes. Los intercambios dentro de la pareja incluyen la atención y cuidado, el afecto y un proyecto en común. Si se produce un desequilibrio, este puede ser restaurado a partir de una comunicación adecuada, un manejo en solución de problemas y un contrato conductual que ha de ser aceptado por ambos miembros.
1. Comunicación
Al igual que en el resto de las relaciones, la comunicación asertiva y las habilidades sociales son fundamentales para la satisfacción de ambos miembros. La escucha activa, la negociación y la comunicación funcional son formas de comunicación clara, necesarias para una interacción íntima en la que los dos miembros tengan la oportunidad de entenderse mutuamente y de colaborar en el mantenimiento de un presente satisfactorio y un futuro en común. Entre estas habilidades es importante no interrumpir hasta que el otro miembro haya acabado y una vez lo haya hecho, devolverle el significado de su mensaje para asegurarse de que se ha entendido. Por otro lado, con respecto a las habilidades del habla, han de evitarse los juicios sobre la conducta del otro, las acusaciones y el hablar constantemente del pasado haciendo reprimendas e impidiendo así el restablecimiento de un nuevo modo de comunicación eficaz y próspero. Hacerse responsable de la conducta propia, admitir los errores, empatizar con la idea de que algo que nos es ciertamente indiferente puede no serlo para la otra persona, hacer peticiones y responsabilizarse de las mismas, son otras herramientas que favorecen la comunicación efectiva.
2. Solución de problemas
Los problemas han de tratarse con empatía, de modo que cada uno pueda aportar su punto de vista y entender el del otro de forma ordenada. A partir de entonces, la búsqueda de soluciones con las posibles alternativas y su posterior evaluación, determinarán el avance hacia un punto en común satisfactorio.
3. Contrato conductual.
El acuerdo ha de ser aceptado por ambos miembros y se han de recompensar los avances de cada uno de ellos de modo que no se perjudique al otro.